Bueno, ya que no tienes nada que decir, yo sí, y no voy a esperar a que
tengas tiempo. Te amé. Te espere, sufrí mucho pero ya no puedo hacerlo más.
Lamento mucho haberte hecho pasar por momentos difíciles. Pensé que si lo superábamos
podríamos superar muchas cosas juntos. Creí en ti y estuviste a mi lado en
tiempos difíciles. Y aunque me pediste un tiempo y deje de saber de ti. Tu
simple recuerdo me mantuvo de pie, me evito la caída al vacío. Aún vivía con la
esperanza de volver a tus brazos una vez más. Pero no fue así.
Si alguna vez dije "te amo" nunca dudes que fue
verdad. Gracias, me enseñaste muchas cosas y de ti aprendí a amar de nuevo.
Nunca me había entregado a nadie de esta forma. Gracias por ser el apoyo que
necesitaba en momentos difíciles, aunque no estuvieses literalmente a mi lado.
Me hubiera gustado poder entregarte lo que aun hay en mí. Pero no fue así. Sé
que encontraras a quien te pueda dar lo que no te di...
Dices que no fuiste lo suficientemente fuerte, pero fuiste más fuerte de lo
que crees, me ayudaste más de lo que te imaginas y si pude salir adelante fue
gracias a ti. Lamento si te hice pasar un trago amargo. Nunca fue mi intención.
Jamás quise más que tu felicidad y las cosas se complicaron. Me hubiese gustado
que pudiéramos retomar lo que tuvimos y poder ser parte de ti. Tal vez no es lo
que debe pasar. Perdóname por haberte hecho pasar momentos difíciles, pero no
solo fueron difíciles para ti. Todo lo que pasamos me sirvió mucho. Me di
cuenta de que hay más en mí de lo que pensé. Me ayudaste a encontrar una parte
de mí que no conocía. No me queda más que desearte que seas feliz mi amor.